1. El embalaje es una especie de fuerza de ventas.
El exquisito empaque atrae a los clientes, atrae con éxito la atención de los consumidores y les provoca la necesidad de comprar. Si la perla se coloca en una bolsa de papel rota, no importa cuán preciosa sea, creo que a nadie le importará.
2. El embalaje es una especie de discernimiento.
Aunque logró atraer a los consumidores, comprar el empaque pero dejar el producto se debe básicamente a que el núcleo del empaque no resaltaba el atractivo de las perlas (productos), y dicho empaque del producto también falló. Aunque los consumidores de hoy no compran ataúdes y devuelven cuentas para verter el vino y llevarse las botellas, también necesitan permitirles comprender completamente las funciones y características del producto después de ver el empaque.
3. El packaging es una especie de poder de marca.
El siglo XXI ha entrado en la era del consumo de marcas y ha entrado en una era de consumo personalizado. Los consumidores compran productos no sólo para satisfacer necesidades materiales, sino también para valorar la satisfacción personal y el placer espiritual que los productos pueden brindarles. Esto requiere los sentidos. Confíe en el embalaje para mostrarlo.
Como manifestación externa de una marca, el empaque es lo que la empresa espera que su marca brinde a los consumidores. La diferencia que produce y las “características de marca” que exhibe lo convierten en un factor dominante para atraer consumidores.
Los beneficios materiales y espirituales que conlleva el envase son lo que compran los consumidores. La marca representada por el embalaje debe quedar grabada en la mente y demostrar plenamente la connotación de la marca. Si la connotación no es o no es prominente, y los consumidores escuchan y ven el empaque sin crear asociaciones, la marca se convierte en una fuente de agua.
4. El embalaje es una especie de poder cultural.
El núcleo del packaging no sólo se refleja en la apariencia de la imagen, sino que es importante mostrar la fusión entre personalidad y afinidad, y mostrar de forma efectiva la cultura transmitida.
5. El embalaje es una afinidad.
El embalaje del producto debe tomar al consumidor como centro, satisfacer las diferentes necesidades de los consumidores y, al mismo tiempo, generar afinidad con el consumidor.
Hora de publicación: 12 de octubre de 2021